En construcción

Posted: jueves, 23 de febrero de 2012 by Contacto in Etiquetas: , , ,
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Título: En construcción
Dirección: José Luis Guerín
País: España
Año: 2001
Guión: José Luis Guerin

Las notas conceptuales de la idea de cine nacional han ido cambiando a lo largo del tiempo y dependiendo del lugar de enunciación: desde un cine ligado al Estado y un cierto sentido de la identidad hasta un cine de resistencia experimental (Third Cinema) cuyo una de sus razones de ser es la nula concesión a los circuitos comerciales que, siguiendo a Vitali y Willemen (The question of national cinema), fueron los primeros en acuñar el término. Todas estas reconfiguraciones del concepto de cine nacional, abren un vasto marco teórico desde el cual una misma película podría, según las herramientas empleadas, ser considerada nacional y no nacional al mismo tiempo. Y esa distinción no es baladí: en muchos casos de ello depende la financiación de la película; en muchas ocasiones son las instituciones culturales del estado las que determinan qué es lo nacional. En construcción es un ejemplo paradigmático de la pregunta por la construcción de lo nacional.

El trabajo de Guerín aborda un amplio abanico de temas que nos interesan para dilucidar tanto el aspecto identitario que atraviesa el concepto de cine nacional como los aspectos cinematográficos que configuran su idea. El objetivo de este artículo, por lo tanto, es doble: por un lado ver cómo se materializan las distintas ideas respecto a la forma que debe tomar el cine nacional, por otro, dilucidar dónde están los límites de lo nacional en el cine, y en qué momento se funden con lo transnacional. O formulado a modo de preguntas: ¿puede una película nacional ir en contra de una determinada idea de lo nacional?¿hasta qué punto la tirantez con la política estatal propone una alternativa frente a la idea de nación que promueven las instituciones?

El método que utilizaré para abordar las cuestiones abiertas en esta introducción, será el siguiente: en primer lugar daré una sinopsis de la película, punto en el que veremos las primeras dificultades a la hora de hablar de géneros; después expondremos el estado de la cuestión política en Catalunya, así como las particularidades del barrio que es objeto del trabajo de Guerín; por último cotejaremos la obra del barcelonés con dos artículos que trabajé en clase: Framing national cinemas, de Susan Hayward y Themes of nation de Mette Hjort. El primer artículo nos servirá para determinar las coordenadas teóricas en las que se puede inscribir En construcción, y el segundo, que trabaja con clasificaciones binómicas, y nos permitirá delinear otros aspectos de la obra.

2.EN CONSTRUCCIÓN, PRIMER ANÁLISIS

En construcción es un documental estrenado en 2001 que retrata la demolición de unos edificios del popular barrio del Raval para la construcción de nuevas residencias. El documental sigue las historias cruzadas de algunas de las personas que vivían en el edificio antes de ser derruido, así como las de aquellos obreros encargados de la construcción del nuevo inmueble. La película fue rodada en video, con un escaso presupuesto y con la ayuda de cinco estudiantes de la universidad Pompeu Fabra. El director, Jose Luís Guerín, por entonces, estaba impartiendo un curso de Documental creativo y empleó a algunos de sus alumnos tanto en la realización como en el montaje. La película no seguía un guion previo sino que se iba montando mientras se iba grabando; los protagonistas fueron empleados como actores amateurs, y dirigidos de forma improvisada, amoldando las historias a sus propias vidas.

Con todo esto ya son unas cuentas cuestiones las que nos salen al paso. La primera tiene que ver con el género en el que podríamos considerar a En construcción. El director desarrolló este proyecto dentro de la asignatura que impartía en la universidad, el documental creativo. Se acostumbra a afirmar que el guion del documental se realiza después de la grabación, es decir, en el montaje, pero En construcción, se monta mientras se graba, es decir, se adhiere a una idea más cercana al work in progress. Por último, es un “documental creativo” protagonizado por personas reales dirigidas, es decir, la ficción se introduce levemente en busca de un efecto orgánico; pese a todo, los diálogos son propios, espontáneos, nadie los escribe. El carácter experimental de En construcciónes innegable, y ha llevado a algunos especialistas a calificar al documental de posmoderno.

Tenemos, por lo tanto, un documental creativo que toma de ambas disciplinas (documental y ficción) lo que considera útil y lo configura en una obra que explica un fenómeno contemporáneo desde la perspectiva de sus protagonistas, la gentrificación. Visto así, este documental respondería, prácticamente, punto por punto, a la caracterización del Third Cinema que pudimos leer en clase en los manifiestos de realizadores sudamericanos. Lo único que diferenciaría a En construcción de dichas películas serían los méritos formales, es decir, la preocupación por la forma y, todo ello dependiendo, claro está, de la forma en cómo entendamos esa exigencia.

3. CONTEXTO HISTÓRICO Y POLÍTICO. LA GENTRIFICACIÓN Y LA COLONIZACIÓN.

El barrio que protagoniza el documental es el popular barrio del Raval, anteriormente conocido como barrio chino. Este es un barrio que surgió a principios de siglo y que acogía tanto a los trabajadores inmigrantes que venían a trabajar en la industria floreciente como los viajeros y marineros del puerto de Barcelona. Precisamente por su carácter cosmopolita era un barrio abierto y tolerante donde se daban encuentro la bohemia progresista catalana, locales de moral relajada, marineros y prostitutas. A medida que fue pasando el tiempo, el barrio chino, adyacente al barrio gótico y situado en el corazón de Barcelona, fue cayendo en la decadencia y el olvido institucional; la burguesía catalana llevaba tiempo establecida en el lado izquierdo del eixample y en diagonal. En la actualidad, el barrio del Raval está compuesto por personas mayores (tanto catalanas como emigrados de otras partes de España) y inmigrantes (marroquíes, indios y ecuatorianos, en su mayoría, aunque también hay una comunidad numerosa de etnia gitana) a partes iguales, en una proporción de un 50%. El índice de delincuencia es muy elevado, y en sus calles abunda la prostitución y el tráfico de drogas, casi tanto como el desempleo y el fracaso escolar.

Todo esto llevó al regidor de Ciutat Vella (al que pertenece el Raval), por aquel entonces Joan Clos, y con ayuda del alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall (el de las olimpiadas) a emprender una remodelación del casco antiguo de Barcelona, con fondos de cohesión de la Unión Europea y bajo el proyecto urbanístico conocido como “el modelo Barcelona”. Y lo que se supone que debía ser una rehabilitación de los edificios del Raval se convirtió en un espectáculo de expropiación y especulación inmobiliaria. Los inquilinos de los edificios de la zona que debía ser remodelada, eran expropiados de sus casas por una cantidad mínima de dinero, y los edificios construidos se vendían por un precio veinte veces mayor al pagado por el consistorio. Los antiguos inquilinos eran personas mayores o inmigrantes ilegales, luego no tenían medios para defenderse de los ataques especulativos del ayuntamiento, así que simplemente dejaban el barrio. Su historia es la que nos muestra En construcción.

El “modelo Barcelona” decía una cosa y hacía otra. Con la excusa de la higiene y la seguridad en las calles, se destruyó el centro de Barcelona, de un siglo de antigüedad y se pusieron en su lugar hoteles y edificios sin personalidad y carísimos. El hecho de que el Raval estuviera muy cerca del centro y fuera tan barato produjo el problema de la gentrificación: gente con dinero compraba propiedades en el Raval y encareciendo la vivienda, provocando que la gente que vivía allí fuera desplazada y tuviera que dejar el barrio. En palabras del propio director, Guerín, “son los colonizadores”, y aparecen al final del documental, comentando que pronto, todos aquellos vecinos pobres desparecerían cuando el barrio se rehiciera de nuevo. Y aquí es donde entramos de lleno en el concepto de nacionalidad.



El corazón de Barcelona, emblema de Catalunya, estaba, paradójicamente, colmado de inmigrantes. Tanto de fuera de Catalunya como de fuera de España. Y el ayuntamiento, en connivencia con el gobierno catalán (gobierno autonómico con las competencias de un Estado en materia urbanística) y por medio de una estrategia urbanística (el malhadado “modelo Barcelona”) pretendía modernizar la ciudad siguiendo una determinada idea de Barcelona. Esa idea destrozó un barrio popular de Barcelona e hizo que sus vecinos fueran acosados y desplazados. En construcción retrata magistralmente todo el proceso sin ponerse a favor de ninguna de las partes, de forma descarnada y sin concesiones.

La idea de nación que defendía el Estado, por medio de las medidas de sus representantes, chocaba contra la realidad de los habitantes de su territorio. Eso es lo que, entre muchas otras cosas, demuestra el documental. El Raval, uno de los símbolos (queramos o no) de Barcelona, era un territorio mestizo en el que se daba una pluralidad de culturas; los edificios antiguos (la historia de Barcelona) fue derruida para poner hoteles y edificios caros, y los antiguos inquilinos fueron sustituidos por una población catalana blanca y con poder adquisitivo. En construcción pone el acento en el problema identitario: qué tipo de Barcelona queremos. Y sobre todo, ¿quién legitima esa idea? ¿Los ciudadanos (vengan de donde vengan) o sus instituciones políticas?

Guerín adecua la forma al contenido: un género híbrido (documental creativo) para una población híbrida, una realidad que el Estado, por medio de una idea de ciudad, quería eliminar de la fotografía, homogeneizar desplazándola hacia los márgenes. En el documental los personajes pertenecen a distintas etnias y se pueden escuchar diálogos en castellano (algunos con un acento catalán, otros andaluz), catalán, árabe y caló. Los compradores de los edificios nuevos son todos blancos y hablan catalán. La hibridación de los barrios populares, ligada a la pobreza, es sustituida por una clase media acomodada condescendiente con la otredad si no claramente beligerante. Inmigrantes de países colonizados que vivían en Barcelona, son colonizados de nuevo en la metrópolis, y desplazados a la periferia.

4. THEMES OF NATION

El artículo de Hjort funciona a través de categorizaciones binómicas que presentan ciertas dificultades. La autora, a la hora de especificar los temas propios del cine nacional, los divide entre perennes y tópicos. El primer caso se refiere a los temas que de algún modo son universales, mientras que los segundos son específicos de un tiempo y cultura, motivados, de algún modo, por la urgencia de la coyuntura política. Creo que En construcción desmonta esta clasificación. ¿Qué más nacional que la reestructuración del centro histórico de una ciudad? Y a la vez, ¿qué más transnacional que la gentrificación, esa forma de colonización metropolitana? En el tema principal del documental convergen lo tópico y lo perenne: la destrucción de un barrio en 1998 y la pérdida de la memoria histórica, la puesta en práctica de una idea de nación y la pérdida de la diversidad de hombres y mujeres con nombre y apellidos. El tema de En construcción es el territorio mismo que delimita lo nacional, y los territorios imaginarios que la recorren, es decir, lo catalán integrado por la inmigración, algo propio de Barcelona tanto como el resto de ciudades europeas.

Otro de los asuntos a los que me gustaría referirme es la aboutness de la que habla Hjort en su artículo. La autora diferencia claramente entre “backround notions of danishness” y “thematisations of danishness”. El primer lugar lo ocuparían las localizaciones y algún elemento de la mis-en-scene, mientras que el segundo sería la explicitación de cuestiones de identidad. Los ejemplos que ella pone tienen que ver con los elementos constituyentes de la identidad nacional, como por ejemplo un debate sobre la corona danesa. En el caso de En construcción no hay tal tematización de la pertenencia nacional de forma explícita, pero considero que hay muchos caminos, menos obvios, que dirigen a esa dirección, aparte, claro está de las reticencias que ya expuse en clase: el estilo del cine de una determinada procedencia puede ser tan nacional como cualquiera de sus temas.



En el documental, justo al principio, se nos muestra el hallazgo de una necrópolis romana en el lugar donde debían edificar las nuevas viviendas: las tripas de la ciudad –su pasado- quedan abiertas al público –los vecinos-. Alrededor del hallazgo arqueológico los vecinos especulan sobre el origen de los esqueletos; niños, adultos y viejos, catalanes y extranjeros, se dedican a especular sobre el hallazgo. Un viejo le dice a unos niños que son una fosa de la guerra civil, periodo del que nunca se habla en los medios; una mujer árabe se enreda en una disertación metafísica con una española: “al final, todos cabemos en el mismo agujero”. Roma es el origen del territorio que habitan los vecinos del Raval, pero no de sus lugares de procedencia, de su hogar: el origen de la nación arrostra a sus nuevos inquilinos. A fin de cuentas, ¿qué es, sensu stricto, tematizar una nacionalidad sino hablar de una historia común?

Muchas veces los elementos de backround se funden con las tematizaciones, y por ello Hjort se ve obligada a establecer la atención como criterio, algo difícil de determinar en tanto que es un aspecto que no sólo depende de la producción, sino que está determinado por el acto de recepción de la obra.

5. FRAMING NATIONAL CINEMA

La aproximación de Hayward me parece más flexible e interesante. Para determinar qué es el cine nacional nos sitúa en la troika que conforman película-nación-producción, en un acercamiento interdisciplinar. Este planteamiento nos aleja del paradigma clásico que presupone un territorio a la hora de hablar de nación, teniendo presentes los cambios actuales y la globalización, además de unos movimientos migratorios que para nada son nuevos. Creo que el criterio que propone Hayward va como anillo al dedo a En construcción: el documental es objeto de conocimiento y problema de conocimiento. En el documental se nos da a conocer el proceso de gentrificación y el paisaje humano, con su condición social y los asuntos de género y raza. Aspectos que, en mi opinión, no tienen por qué necesariamente constituirse en único material del cine nacional, pero que cada vez es más difícil soslayar en las ciudades modernas.
Otro de los aspectos interesantes del artículo es el tercer epígrafe en el que se intenta reevaluar el valor del cine nacional. La vía en como se rescata el concepto de cine clásico es su referencia a los problemas postcoloniales. En el caso del documental que nos ocupa, el fenómeno de la gentrificación ofrece un espejo invertido de la colonización. El hombre blanco y con dinero expulsa a los emigrantes de un barrio decadente para rehabilitarlo y apropiárselo o, simplemente, llenarlo de hoteles y venderlo al mejor postor.
Por último me gustaría hablar de la hibridación a la que se refiere Hayward, concepto que ya he mencionado anteriormente. Según sus propias palabras, Hayward propone que el cine nacional desenmascare el concepto de nación del que surge, denunciando la hibridación de las poblaciones contemporáneas. En tal caso, En construcción sería una buena muestra de esa dinámica, pues retrata no sólo cómo se genera esa hibridación sino el lugar que ocupa (ideal y materialmente) en el seno de la sociedad – nación que habita.

Gorka Maiztegui Zuazo

CC

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